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Españoles por… Trier, II

Aún con el recuerdo de la experiencia en Segóbriga, pasamos la segunda parte de la Fieldschool en Trier, famosa por haber sido la romana Augusta Treverorum, dispuestos a recorrer la ciudad y ver sus restos arqueológicos. No tuvimos que esperar mucho para darnos cuenta de que la situación de ambos yacimientos era completamente distinta. Para empezar, en Segóbriga habíamos podido observar el resultado de campañas de excavaciones programadas sobre un núcleo de habitación abandonado. En Trier, sin embargo, pudimos ver un caso diferente, en el que la ciudad moderna se asienta sobre la antigua.

StadtgrabungEs precisamente esta característica la que nos ha  permitido comprobar cómo las antiguas estructuras y el trazado urbanístico han conservado su forma hasta nuestros días. Además, a diferencia de Segóbriga, en el caso de Trier pudimos visitar excavaciones de urgencia, motivadas por la construcción de nuevos edificios, guiados por el propio arqueólogo encargado de los trabajos de excavación.

Y a nuestra ecuación debemos añadir el yacimiento de Belginum, donde aún nos aguardaban novedades. Fue allí donde vimos el primer rayito de sol de la semana. Las leyendas eran ciertas… ¡la lluvia emprendía la retirada! Este yacimiento, más parecido al caso de Segóbriga, se encontraba en pleno proceso de excavación de urgencia, debido a la construcción de una nueva carretera. No contentos con la sorpresa solar, tuvimos la oportunidad de deslumbrarnos una segunda vez. En esta ocasión lo que nos maravilló fue la demostración del funcionamiento de un dron en acción, y los resultados obtenidos en otras excavaciones, que nos demostraron lo que las nuevas tecnologías pueden aportar a los trabajos arqueológicos.

Belginum

En los casos de ambas ciudades (Segóbriga y Trier), las respuestas de acción y difusión de los restos han   sido diferentes, puesto que se encuentran en una situación distinta, pero adecuadas para cumplir con éxito su misión.

Gracias a la iniciativa de Toletum, los alumnos de las distintas universidades como la Complutense de Madrid o la Universität Hamburg, hemos tenido la oportunidad de conocer las ventajas e inconvenientes de los estados de conservación de estos dos casos arqueológicos. En el caso de Segóbriga la mayor ventaja sin duda es el enclave, debido a que no existe ningún municipio actual que dificulte las intervenciones arqueológicas dentro de un casco urbano moderno como en el caso de Trier. Sin embargo, esta última, como pudimos comprobar, ha sabido consolidar los restos arqueológicos de manera que se respete el patrimonio perteneciente a todas las épocas de ocupación de la ciudad (desde el s I a.C. hasta nuestros días). No obstante el yacimiento español depende actualmente de campañas de verano para sus intervenciones, al no estar integrado en una ciudad y no precisar de excavaciones de urgencia, lo cual reduce la investigación. Para Trier, estas intervenciones de urgencia también limitan la investigación ya que en algunas ocasiones no se pueden conservar los restos debido a nuevas construcciones.

Tras la semana en Trier, nos hemos podido sorprender y maravillar con su patrimonio, conociendo los trabajos arqueológicos de primera mano, guiados por las personas que trabajan en ellos, y muy bien acompañados por nuestros anfitriones.

Text und Bilder: Israel Jacobo Alcón García, Laura Blanco Torrejón, Daniela F. de Freitas Ferreira, Alejandro Floristán García, Jorge Gomez Estebán, Diana Morales Manzanares, Enrique Paredes Martín, Óscar Luis Ramos Lugo, Sara Rojo Muñoz